domingo, 25 de julio de 2010

El tiempo no corre ¡vuela!



Último día de vacaciones. Pasaron tan rápido, realmente me sorprendí.
He estado muy pensativa estos últimos días con relación al tiempo. 

  Ayer fue el cumpleaños de mi primo, Benjamín, y cumplió trece años. Mi tío colocó unos vídeos de cuando eramos pequeños y dije: "Uau, me acuerdo como si hubiera sido ayer".
Parece ayer que conocí a mis amigos en el primer día de clase del 1° Básico 2004, y el 4 de abril de ese mismo año, Sari y yo nos volvimos las mejores amigas por la eternidad (si Sarai, no te escaparas de mí ni en el cielo). 
Parece ayer que aprendí a andar en bicicleta en la casa de mi abuelo y me caí sobre las espinas de sus rosas favoritas.
Parece ayer que me fui a Brasil, mi segundo país y me enamoré de la música.

  Todos estos son muy buenos recuerdos que tengo de mi pasado entre muchos otros. Luego va a parecer mañana que ayer nos graduamos de 8° Básico y con las chicas estaremos sentadas en las bancas comentando sobre el chico lindo que acabó de pasar. 

  Tenemos que pensar y analizar nuestro pasado y preguntarnos: "¿Qué he hecho de mi tiempo?" o ¿Qué diferencia hice?

  No debemos llorar o reclamar por lo que hicimos o dejamos de hacer, porque ese momento no va a volver. El ser humano no va a construir una máquina del tiempo, solo Dios es el dueño del tiempo. Lo que en realidad debemos hacer es pensar muy bien en las cosas que hacemos o vamos a hacer, porque estas serán parte de nuestro pasado, nuestra historia.

  Después cuando estemos viejitos podremos decir que tenemos más recuerdos buenos que malos, o quizás no... 
No desperdicies tu tiempo ¡Aprovéchalo! A mucha gente le gustaría tenerlo para poder arreglar las cosas...